martes, 7 de abril de 2009

Transmisión

El modo de transmisión más frecuente es por vía aérea, por contacto directo mediante la saliva y en particular al estar expuesto a la tos de una persona infectada. El virus gripal puede persistir en un espacio cerrado durante horas, especialmente en ambientes fríos y húmedos. Su período de incubación es corto, habitualmente entre 1 a 5 días.
La enfermedad se define como un proceso febril agudo de las vías respiratorias, caracterizado por comienzo brusco, con fiebre de 2 a 5 días de duración, dificultad para respirar, escalofríos, cefalea, dolores musculares, dificultad para tragar, faringitis, dolor de oídos. La tos es un síntoma casi constante, a menudo intensa, persistente e inicialmente seca.
Su mayor importancia estriba en la rapidez con que se propaga en forma epidémica e incluso pandémica, afectando a un gran número de personas en forma simultánea, por lo que se elevan los índices de mortalidad, aun cuando la letalidad sea baja. En esta última, juega un rol importante la edad de los pacientes, ya que sus complicaciones más temibles, la neumonía y bronconeumonía bacterianas, atacan de preferencia a los ancianos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario